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Artes Visuales de El Salvador

Existirán tres momentos de la pintura en El Salvador

  1. Corintio

  2. Wenceslao Cisneros

  3. Carlos Cañas

Existió otro momento en los 90’s pero no hay persona como ejemplo.

Primer momento de la pintura Salvadoreña

Las artes visuales salvadoreñas empiezan en Las Cuevas del Espíritu Santo, Corinto departamento de Morazán. Con el arte rupestre que lo conforman arte rupestre y pretagrabados, anteriores al arte precolombino, la prehistoria.

Las pinturas de Corinto son de gran tamaño, la mayoría son representaciones humanas, con grandes penachos en la cabeza, manos dibujadas, probablemente de adultos masculinos, existen escasas representaciones de animales esencialmente de aves y dos figuras serpentinas y figuras que podrían representar plantas.

Época precolombina

Las artes presentadas en esta época son los sitios arqueológicos como San Andrés (La Libertad), Joya de Cerén (La Libertad), Tazumal (Santa Ana), Quelepa (San Miguel), Casa Blanca (Santa Ana),

Existe una época de transición entre las épocas Precolombinas y Colonial, pero existe un arte visual que nos explica lo sucedido entre las épocas, este es el Lienzo de Tlaxcala, relata la conquista desde el punto de vista de la nación tlaxcalteca.

El lienzo está formado de algodón (alrededor de cinco metros de largo por dos de ancho), la técnica realizada en el lienzo es aguada.

El lienzo se encuentra en la Colección Hunter 242 de la Universidad de Glasgow, Escocia

Arte colonial

Esta época ocurrió hace más de 300 años, la cual fue totalmente española.

El arte visual de El Salvador será el barroco, se introducirá en las colonias americanas, por ser la principal y más predominante en Europa; el arte que entrara a américa serán de Francisco de Goya y Diego Velásquez creador de la obra Las Meninas, la pintura más famosa del barroco.

El barroco en El Salvador se dará más en la Imaginaria (representaciones de temas religiosos), retablos, altares, puertas, confesonarios, en madera con imágenes de la biblia.

El teatro nacional, palacio nacional y catedral metropolitana eran de madera pero se incendiaron.

Entre algunos altares de iglesias de la época se encuentran:

Altar de la iglesia de San Miguel Arcángel de Huizúcar (La Libertad)

Altar de la iglesia Santa Cruz de Roma, Panchimalco (San Salvador)

Altar de la iglesia de Conchagua (La Unión)

Altar de la iglesia San Francisco (San Miguel) en ella se encuentra la imagen de la Reina de la Paz

Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, Izalco (Sonsonate)

Iglesia Tacuba en ruinas (Ahuachapan)

Antigua iglesia de Caluco (Sonsonate)

Las imágenes presentadas en la imaginería serán dramáticas y realistas, el fin de esto es que lo feligreses reciban el mensaje de lo que están representando.

El pintor salvadoreño tendrá dos maneras de presentar sus obras la Realidad Nacional y el Realismo humano, que se presentaran más en el siglo XX

 

Wenceslao Cisneros (1823-1878)


Segundo momento de la pintura salvadoreña.


Estuvo en Europa y fue el presidente de la Academia de Pintura San Alejandro de la Habana, Cuba por 19 años.


Parte hacia Francia a los 17 años, gracias a Mauricio Gigoux, pintor neoclásico de la corte napoleónica, recibe una influencia estilística y el apoyo de instalar un taller.


Recibe noticias de El Salvador sobre el terremoto de 1854 y situación de su familia, envía una copia de La Transfiguración de Rafael Sanzio de Urbino, para que sea vendida al clero y poder ayudar económicamente a sus hermanos. Dicha acción deja rastro de su obra en el país.


En 1856 llega a La Habana y se hace conocer prontamente como un pintor de obras finas y gana la dirección de la Academia de Pintura San Alejandro.


Se especializa en caricatura política y técnica de la litografía. En él se distingue el género del retrato, paisaje, temas alegóricos cristianos y alegorías extraídas de la mitología clásica.


En 1878 cae gravemente enfermo y muere en La Habana donde deja su obra, su iconografía se caracterizó por la etapa académica del retrato puro. Parte de su producción de conocer en el país, como el retrato del Dr. Manuel Gallardo, en la que se denota el retrato de la escuela neoclásica francesa de la primera mitad del siglo XIX.


Tuvo un tiempo de tendencia delacroixiana, de esta etapa se puede apreciar en el país con Las Hijas de Lot, donde su obra se vuelve más pictográfica y los torsos semidesnudos de las hijas del personaje bíblico, que tiene similitud a La muerte de Sardanápalo de Delacroix.

 

Pintura Historicista

Luis Vergara Ahumada (chileno) (1917-1987)

El pinto todo las pinturas salvadoreñas o iconografía salvadoreña la cual fue imaginativa. Pintor chileno contratado por el presidente José María Lemus y asesorado por el historiador Jorge Lardé y Larín, tuvo a su cargo la recreación de eventos históricos en las obras: La firma del acta de independencia 1821, La muerte de Manuel José Arce (El ocaso de un sol) y El primer grito de independencia, esta se parecerá a La libertad guiando al pueblo de Delacroix.


Valentín Estrada (1902-1986)

Uno de los escultores más importantes de la escultura nacionalista. En el año de 1917, asiste a la Escuela de Artes Gráficas, la que dejaría al año siguiente para continuar sus estudios en la Academia de San Fernando de Madrid, gracias a una beca estatal.


En 1922 regresa a El Salvador, su producción más sobresaliente de la etapa nacionalista es El Indio Atlacatl, realizado en 1921 pero trasladado en 1928 al país, pues la academia consideraba que era parte de su patrimonio. La escultura de El Indio Atlacatl es fundida en bronce y él la llamaría su autorretrato, abre el camino de la recupercion de la iconografía precolombina a la cual se dedica de por vida.

 

Valero Lecha (español) y Carlos Alberto Imery (salvadoreño) ellos crearon la academia de pintura de El Salvador.

Carlos Alberto imery (1879-1949)

En 1904 ingreso en el Real instituto de Bellas Artes de Roma. Debido al éxito y informe por el director de la Bellas Artes, el gobierno de El Salvador extendió su permanencia en Roma. En 1908 viaja a París para finalizar sus estudios de pintura y ampliar sus conocimientos en litografía y fotograbado.


En 1911 regresa al país y el presidente Manuel Enrique Araujo se ve urgido a levantar un edificio para la creación de la Escuela de Artes y Oficios.


Establece una Academia de Dibujo y Pintura, esperando que el Gobierno establezca los organismos indispensables para la enseñanza de las artes que su academia representaría e introduciría en el país basada en un modelo europeo


El 15 de septiembre de 1913 el presidente Carlos Meléndez firma un decreto para la fundación de La Escuela de Artes Gráficas como institución estatal y gratuita, siendo Imery su director; abre una sección nocturna e introduce la materia de Arquitectura, la cual hace venir al maestro Pascasio González.


Los hermanos Ferracutti mantienen contacto con Imery y se instala un taller anexo dentro de la empresa donde se encontraban esculturas neoclásicas importadas de Italia, que sirven de modelos para enseñar a los alumnos de la escuela. Los cuales sus esculturas se encontraron en los cementerios de los Ilustres y Santa Tecla.

Valero lecha (1894-1974)

Ingreso a la Escuela de Artes Gráficas de Imery. En 1936 estableció la Academia de Dibujo y Pintura de Valero Lecha, que constituyo un hecho de gran significación para la historia del arte salvadoreño del siglo XX, las actividades de la academia estuvieron hasta finales de los años setenta. El objetivo era poder recibir a todos aquellos que se sintieran atraídos por el arte pictórico, independiente de su capacidad económica, muestra el dominio pictórico del realismo español. Academia ubicada en la segunda planta del edificio principal, frente a la plaza Libertad del centro de San Salvador.


Gracias a Valero Lecha y su academia El Salvador vuelve a tener contacto directo con el arte plástico español. La academia instruye a sus artistas dentro del realismo costumbrista y el paisajismo, géneros que serán reproducidos durante el desarrollo del siglo XX salvadoreño.


Tuvo diferentes periodos pictóricos

Primer periodo (1930.1935) cuadros académicos que pinta en España y de la tierra de labranza de Alcorisa y paisaje aragonés, plasma en el lienzo.


Segundo periodo (1936-1950) afina su destreza pictórica y se inclina más al iluminismo impresionista de una temática simbólica y documental, paisajes con una gama de 17 verdes propios del campo salvadoreño.


Tercer periodo (1950-1966) inclina sus preferencias por Zuloaga, a quien igualmente admira


Cuarto periodo (1966-1974) deja correr su fantasía y su pintura es más fluida, crea una gran cantidad de composiciones abstractas, aprovecha la luz tropical para plasmar lo más destellante de El Salvador junto a los impresionistas.


Alumnos de Valero Lecha:

Primera generación 1937-1941:

Noé Canjura, Raúl Elas Reyes, Mario Araujo Rajo y Antonio Pineda Cato


Julia Díaz (1917-1999)

Creo con si personalidad dinámica y su indiscutible valor artístico, a través de la Galería Forma la gente tendrá la comprensión de la belleza plástica; adquiriendo por selección personal las mejores piezas creadas por artistas nacionales y extranjeros.


Su pintura refleja una conciencia social, natural, vivida; que conmemora un acercamiento con lo humanístico. Su obra domina más lo sentimental que el meramente físico. Su pintura tuvo juego de emociones que se manifestó en tonos medios sobre rostros de niños.


Los temas preferentes son los Niños, Mujeres y Campesinos (indigenas), los cuales se convierten, en el gesto pictórico de Julia Díaz, símbolos de hechos patentes de nuestra sociedad.


El dominio del color es también otra cualidad estética que poseía, unas veces con desdén, eligiendo colores fríos y otros matices más emotivos como típicos amarillos de sus paisajes.


La sensibilidad proyectada y socialmente, se constata con la creación del primer proyecto museográfico de la historia del siglo: El Museo Forma.



Segunda generación 1954-1950

Guillermo Martínez Canizales, Antonio Zalvidar, Mercedes Soriano, Elisa Huezo Paredes, José Gododfrefo Coto y Violeta Bonilla.

Tercera generación 1950-1959

Ernesto San Aviles, Pedro Acosta García, Ricardo Cabonell, Miguel Ángel Orellana, Víctor Rodríguez Preza, María Teresa Ticas, Miguel Ángel Polanco, Dniel Montes, Concha Argueta, Rigoberto Guzmán, René Luna, Manuel Elías, José Antonio Bollani, Bernardo Crespín.

Rosa Mena Valenzuela (1924-2004)

Se inscribe en la academia de Valero Lecha.


Es muy variada en su iconografía, sin embargo, la constante de penetrar los más profundos temas de la existencia, sean religiosos, filosóficos o psicológicos, hacen de ella una de las más originales artistas no solamente a escala nacional, sino internacional.


Inagotables han sido también sus investigaciones técnicas como óleos, pasteles, tintas, temperas, soportes en tela, papel, carbón, cartulina y otras. Ella creo su propia representacion del Viacrucis.




Alumnos del periodo 1960-1975

Efraín Vásquez, Ernesto Rivas, Rubén Olivares, Astrid Suárez, Álvaro Rosales, Mario Alberto Aguilar, Francisco Cabrera, Victor Bariere, Licry Bicard, Dinorah Preza, José Napoleón López, Guillermo Gómez, Carlos Castaneda, Carlos Barrientos, Antonio García Ponce, Augusto Crespín, Conchita Kunny Mena, Mauricio Mejía, Alex Sánchez (el Aleph), Nicole Schwartz y Elisa Archer.

 

Vanguardistas en El Salvador

Rompen las normas de lo que ya se ha aprendido de un maestro. Ellos introducirán las vanguardias lo que los volverán autodidactas y las tropicalizaran lo que lo convertirá en un aspecto novedoso.

Toño Salazar (1897-1986)

Considerado como el caricaturista más asombroso y original del siglo XX. Incursiona en el arte unto con su primo hermano Salarrué. Desde temprana época define su preferencia plástica por la caricatura.


En 1920 va a México, donde se empapa de la cultura precolombina, posteriormente viaja a Francia, Argentina y Uruguay; su arte, por ende, es fascinante por la universalidad y contemporaneidad. Logrando resumir la línea precolombina con una técnica cubista.


Salvador Salazar Arrué (1899-1975)

Mejor conocido como Salarrué, ha trabajado en el campo de la literatura y las artes plásticas, pero ha sido sus obra narrativa la más conocida de sus creaciones, entre las que destacan Cuentos de barro y Cuentos de cipotes. Sus pinturas implementaban la técnica cubista con temas del esoterismo.


1916 estudia en la academia Spiro Rosselini, desde ese entonces vivía desdoblamientos y expansión de la mente. 1920 vuelve a el salvador donde escribe poesía, pinta, dibuja. En 1923 se casa con Zélie Larde.


1945 reúne una exposición de su libro Cuentos de cipote que son ilustrados por su esposa Zélie.


1967 logra el sueño de crear la Galería nacional de arte en el parque Cuscatlán donde fue nombrado director.



Mauricio Aguilar (1919-1978)

Paso la segunda Guerra mundial dentro de un campo de concentración nazi. Vicisitudes que han de distinguirlo dentro de la historia del arte nacional. En su regreso a El Salvador se encierra en un estudio a cortina cerrada, para interrumpir la luz tropical, evitando así la luz natural. Su técnicas no convencionales le hicieron crear temas y motivos insólitos dentro de la plástica nacional lo que lo convierte en un epifenómeno d una corriente simbolista y vanguardista.


Sus creaciones son de autorreflexión, de libre indagación sobre los procesos creativos y en medios y lenguajes que le son propios.


Su pintura consciende de su condición bidimensional, rechaza la ilusión de profundidad y se centra en su condición de objeto plano. Él tuvo inspiración en las vanguardias rusas abstraccionismo, suprematismo.


Zélie Lardé (1901-1974)

Es la primera pintora primitivista autodidacta del siglo XX. Fue la esposa de Salarrué, con quien compartió un larga vida dedicada al arte.


Su trazo expresionista de línea gruesa y colores puros representa escenas coloridas de la vida cotidiana, la infancia de los sectores campesinos y marginales de la sociedad mestiza salvadoreña.

Evoca mucho la infancia y el papel de madre con ternura tan explícita; que pareciera tener la intención de ilustrar el encantado mundo de barro y cipotes de los cuentos de Salarrué.


La sencillez y humildad de niños queda patente en un lenguaje ingenuo, un estilo que se tomara décadas después por otros artistas salvadoreños. Con esta la creación femenina es vanguardia del arte considerado no académico y con el cual Zélie se adelantará a las apropiaciones del arte popular hacia el arte “mayor”, propias del primitivismo de los setenta.

 

Carlos Cañas (1924-2013)


Tercer momento de la pintura salvadoreña.


Es el último momento del arte salvadoreño. En el desarrollo de su carrera pictórica, Cañas retomo una variedad de estilos e influencias, las cuales fueron retratadas en obras con matices precolombinos y principalmente en el arte abstracto de los años 1960 tras su retorno de Europa. su influencia fue cubista.


Su obra contiene una temática política y una etapa colorida, entre las que destaca el fresco de la gran sala del Teatro Nacional, la cual se puede decir que es un realismo mágico, en ella narra la historia de El Salvador, colonización, problemas políticos, dictadura, pobreza, etc.


Una de las obras más representativas de Cañas fue “El Sumpul”, el cual es un homenaje a las víctimas de la masacre en 1980. Esta pintura fue catalogada como un icono en el arte. Otra de sus obras es el mural de la Compañía Nacional de Danza ubicada en la cuarta planta de la Biblioteca Nacional.

Camilo Minero (1917-2005)

Su padre lo inscribe en el taller dirigido por Marcelino Carballo, quien fue maestro de Carlos Alberto Imery, las enseñanzas básicas fueron el dibujo, la pintura y la escultura. Luego se traslada a San Salvador e ingresa en la Escuela Nacional de Artes Gráficas, donde se especializa en el dibujo, el cual pone en práctica como escenógrafo en el Teatro Nacional.


México fue decisivo en su desarrollo en cuanto a contenido y lenguaje se refiere. Durante su estancia en México, becado por el gobierno salvadoreño, le impresionaron los murales de Diego Rivera; quería analizarlos, no solo por su temática social, sino en la composición geométrica que desarrollo Rivera en sus obras


Como una innovación de su tradicional expresión estética resalta el amarillo, a diferencia de otros pintores que utilizaban azules, verdes, rosados, celestes. Aplico amarillos frenéticos, cálidos; rojos vivos e irritantes que en el provocaban la furia y la cólera revelante; el blanco significaba paz; anaranjados y sienas son atenuantes, acordes a los amarillos.


 

Luis lazo (1960)

Desde muy temprano descubrió su pasión por la pintura, estudio diseño grafico en la Universidad iberoamericana México, dibujo y pintura con Rosa Mena Valenzuela.


Su obra incluye pintura en óleo, acrílico, mixta, al temple o crayola sobre tela o panel de madera, así como escultura con cerámica, madera reconstruida, instalación y performance.


Tiene una exhibición de los cuadros del Vía crucis en la cripta de la tumba de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en la catedral metropolitana.



 

Artistas emergentes de El Salvador

Rodolfo Molina (1959-2013)

En vida es pintor, arquitecto, artista, gestor cultural, curador, asesor de museos, ensayista y maestro pero ante todo un hombre cálido amante de la paz, la cultura y el arte.


la obra de Rodolfo Molina incluye: pintura (óleo, acuarela y acrílico), ensamblaje, collage y esculturas en madera reconstruida. Sin embargo, su producción posterior también incorpora el grabado, la fotografía y la cerámica. Aunque de carácter abstracto, los paisajes urbanos y rurales van y vienen en la pintura de Rodolfo. El a su vez incorpora símbolos en sus producciones que rompen esquemas tradicionales y hacen llamados a la reflexión al proponer serios cuestionamientos sobre la vida cotidiana y la destrucción de la naturaleza provocada por el ser humano



Sonia Melara

El balance perfecto entre lo erótico y lo clásico se logra mediante la pintora salvadoreña Sonia Melara, que reside en Nueva York, ha cambiado su estilo clásico a uno más pop y desde hace un tiempo se dedica a la difusión de las obras de jóvenes salvadoreños en Estados Unidos.


Walterio Iraheta

En 1998 inicio una etapa de su carrera como artista plástico y también ha realizado instalaciones.


Ronald Moran

Su trayectoria profesional inicia en los años 90’s por medio del dibujo y el collage. Sus inicios se han caracterizado por la interpretación poética de temas cotidianos y tema social como los efectos de migraciones en la cultura.

Su creación artística es muy diversa, desarrolla series muy distintas entre sí, pero conceptualmente interrelacionadas con un hilo conductor que caracteriza su trabajo, especialmente por el sentido irónico y el uso metafórico de las imágenes.


Sus medios de expresión son múltiples, incluyen la instalación, la fotografía, vídeo, pintura y objeto arte.

Renacho melgar

Al intervenir en cajas de lustre. Carretones minuteros aporta ideología y vuelve un carretón en un activista para la opinión pública. es el representante del arte campestre que se visualiza en el salvador en comedores de playas, ruedas dela feria, etc.


Mayra Barraza

Es una pintora salvadoreña con raíces extendidas por la región; al menos en Nicaragua su tío abuelo fue Rodrigo Peñalba, el pionero de la pintura moderna. A través de sus diferentes etapas Mayra ha demostrado un talento y habilidad para el dibujo y la pintura que la ha llevado a las Bienales más importantes y a ocupar un lugar destacado dentro de la plástica Centro Americana.


Alexia Miranda

Es artista multidisciplinaria de performance y video. Estudió Literatura, Artes Visuales, Danza Contemporánea en México. Ha impartido talleres de performance y recibido distinciones por su trabajo. Su obra se ha expuesto en USA, Centro y Suramérica, el Caribe y Europa. Dirige Catapulta Plataforma Cultural Multidisciplinaria.


 

Fernando Llort (1949)

Su obra es lo más original de El Salvador. Aunque de le encasille en una de las vanguardias el primitivismo.


Es un artista visual salvadoreño. Estudio teología y arquitectura, en el año 70 vivió en La Palma, Chalatenango donde fundo un taller de artesanías que dio origen al denominado “estilo palmeño” que constaba de semillas de copinol y madera de pino, que eran pintados con tempera y posteriormente barnizados.


En 1985 abrió en la capital el centro cultural “El Árbol de Dios” donde llegaran artesanos de La Palma a

formarse; en ella había una sala de exposiciones, tienda de artesanías.


En el año de 1990, fue elegido para realizar lo que ha llamado “lo más grande“ que le ha pasado en sus vida. En 1997 mediante los arquitectos españoles que se encargaron de la construcción de la Catedral Metropolitana, le invitaron para la elaboración de un mural en la fachada del templo. Su diseño fue

aprobado por los arquitectos, la empresa constructora y el arzobispo Fernando Sáenz LaCalle.


El montaje del mural duro un año y llevo por nombre “La armonía de mi pueblo”.


El 16 de diciembre de 2011 por órdenes del Arzobispo José Luis Escobar Alas, el mural fue retirado de la fachada de la catedral.


Según las excusas que se dieron por parte de Alas era que había un deterioro en los azulejos y presentaban peligro para los feligreses; y que el mural poseía varios símbolos masónicos.


Conferencia sobre el mural de catedral metropolitana


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